18 junio: Día del orgullo autista
No es una condición para esconder.
No es algo que deba superarse.
No es una lucha solitaria.
Es identidad. Es experiencia. Es presencia.

Cada 18 de junio, muchas personas autistas en el mundo celebramos algo que a otras les cuesta tanto nombrar: el derecho a ser.
No a ser “funcionales”, no a ser “adaptadas”, no a ser “integradas”.
Simplemente: a ser.
Y eso —aunque parezca obvio— todavía se sigue reclamando.
🌱 Orgullo en un mundo que insiste en corregir
La sociedad sigue esperando que las personas autistas mejoren, avancen, se parezcan más al resto. Pero el orgullo autista no busca encajar en esas expectativas. Busca romperlas.
Busca decir:
🌀 “No necesito parecerme a ti para que me respetes”
🌀 “Mi forma de procesar, sentir y pensar es válida”
🌀 “Merezco existir sin tener que traducirme todo el tiempo”
🧩 No somos piezas fuera del tablero

Durante mucho tiempo se usó el símbolo del rompecabezas para representar el autismo. Pero cada vez más personas autistas rechazamos esa imagen. Porque no somos piezas sueltas, ni incompletas, ni misteriosas. Y no nos falta nada para ser “normales”.
El orgullo autista es una respuesta clara: no queremos ser decodificadas, queremos ser comprendidas y respetadas.
Queremos vivir sin pedir disculpas por cómo somos.
💬 ¿Qué celebramos realmente este 18 de junio?
Celebramos las diferencias neurocognitivas como parte de la biodiversidad humana.
Celebramos poder elegir nuestras palabras, nuestros entornos, nuestros ritmos.
Celebramos haber llegado hasta aquí, incluso cuando el mundo nos exigía cambiar para ser aceptadas.
Y también, celebramos a quienes acompañan desde el respeto.
A quienes eligen preguntar antes de asumir.
A quienes sostienen sin imponer.

🌿 ¿Y si en lugar de “incluir”, dejamos de excluir?
Acompañar a una persona autista no es prepararla para el mundo.
Es preparar al mundo para que no la dañe.
Es desactivar las barreras que aún hoy la frenan, la invalidan, la silencian.
No se trata de cambiar a las personas autistas.
Se trata de cambiar la forma en que nos miran.
El orgullo autista no es solo para quienes somos autistas.
Es también una invitación para quienes eligen mirar con nuevos ojos.
Una forma de decir: yo también me sumo a construir un mundo donde quepan todos los ritmos, todos los lenguajes, todas las formas de ser.
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